Puigdemont declara la independencia de Cataluña y la suspende para apelar al diálogo
“Como es conocido, la Ley de Referéndum establece que, dos días después de la proclamación oficial los resultados, y en caso de que el número de votos del sí haya sido superior al número de votos del no, el Parlamento (y cito textualmente la ley) ‘celebrará una sesión ordinaria para efectuar una declaración formal de la independencia de Cataluña, sus efectos y acordar el inicio del proceso constituyente’.
Hay un antes y un después del 1 de octubre, y hemos conseguido lo que nos comprometimos a hacer al inicio de la legislatura.
Llegados a este momento histórico, y como presidente de la Generalitat, asumo al presentar los resultados del referéndum ante el Parlamento y nuestros conciudadanos, el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república.
Esto es lo que hoy corresponde hacer. Por responsabilidad y por respeto.
Y con la misma solemnidad, el Gobierno y yo mismo proponemos que el Parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada. Creemos firmemente que el momento demanda no aumentar la escalada de tensión, sino sobre todo, voluntad clara y compromiso para avanzar en las demandas del pueblo de Cataluña a partir de los resultados de el 1 de octubre. Resultados que debemos tener en cuenta, de manera imprescindible, en la etapa de diálogo que estamos dispuestos a abrir.
Es sabido que desde el día siguiente del referéndum se han puesto en marcha diferentes iniciativas de mediación, de diálogo y de negociación a nivel nacional, estatal e internacional. Algunas de estas son públicas y otras aún no lo son.Todas son muy serias, y eran difíciles de imaginar apenas hace un tiempo. Las llamadas al diálogo y la no violencia se han oído desde de todos los rincones del planeta; la declaración ayer del grupo de ocho Premios Nobel de la Paz; la declaración de The Elders a cuyo frente está el ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan y del que forman parte personalidades de gran relevancia mundial; las declaraciones de presidentes y primeros ministros de países europeos, de líderes políticos europeos… hay un petición de diálogo que recorre Europa, porque Europa ya se siente interpelada sobre los efectos que puede tener una mala resolución de este conflicto. Todas estas voces merecen ser escuchadas. Y todas, sin excepción, y nos han pedido que abramos un tiempo para dar la oportunidad al diálogo con el Estado español.
Hoy también corresponde hacer esto. Por responsabilidad y por respeto.
Termino. Y lo hago apelando a la responsabilidad de todos. A los ciudadanos de Cataluña, les pido que continúen expresando como lo han hecho hasta ahora, con libertad y con respeto a los que piensan diferente. A las empresas y actores económicos, les pido que continúen generando riqueza y que no caigan en la tentación de utilizar su poder para amedrentar la población. A las fuerzas políticas, les pido que contribuyan con sus palabras y sus acciones a rebajar la tensión. También se lo pido a los medios de comunicación. Al Gobierno español, le pido que escuche, ya no a nosotros si no quiere, sino a quienes abogan por la mediación y a la comunidad internacional, y a los millones de ciudadanos de toda España que le piden que renuncie a la represión y a la imposición. A la Unión Europea, le pido que se implique a fondo y que vele por los valores fundacionales de la Unión.
Hoy el Gobierno de Cataluña hace un gesto de responsabilidad y generosidad, y vuelve a extender la mano al diálogo. Estoy convencido de que, si los próximos días todo el mundo actúa con la misma responsabilidad y cumple con sus obligaciones, el conflicto entre Cataluña y el Estado español se puede resolver de manera serena y acordada, y respetando la voluntad de los ciudadanos.
Por nosotros, no quedará. Porque queremos ser fieles a nuestra larga historia, a todos los que han sufrido y se han sacrificado, y porque queremos un futuro digno para nuestros hijos e hijas, por toda aquella gente que quiera hacer de Cataluña su tierra de acogida y de esperanza”.